sábado, 20 de julio de 2013

Massive Attack - Unfinished Sympathy - 1991


1 comentario:

  1. No puede empezar mejor. Un poderoso bajo que te pilla totalmente desprevenido para arrastrarte hacia mundos irreales. Ventisca de fondo, voz sobrecogedora. Cool. Minimalista. Inmenso. Preciso. Cool, muy cool. ¿Alguien ha oído hablar del funk planeador? ¿Soul dodecafónico? Los términos son inútiles… ¿Cómo calificar, pues, semejante derroche de belleza? Massive Attack son palabras mayores y mi mano tiembla, tímida, antes de atreverme a calificarlos. Mi credibilidad frente a la suya. He oído este disco hasta la saciedad. He estrujado mi cerebro en busca de una explicación lógica y divulgativa y lo único que tengo claro es que “Blue Lines” supera cualquier expectativa. ¿Puedo decir que es sencillamente perfecto? Cuarenta y cinco minutos que se han hecho esperar meses y meses, precedidos por tres entregas en formato maxi que dejaron a más de uno con el alma en vilo.
    El combo bristoliano arrastra en su pasado diferentes historias, desde el grafiti a los sound systems, que poco importan ahora. Se han apresurado en dejar claro que no son un grupo, ni un colectivo, ni tan siquiera una de las numerosas posses que tanto abundan en los últimos meses sobre el territorio británico. Sus intereses se concentran en lo musical; hacen y deshacen según su criterio, escapando a metodologías y sin la más mínima intención de sentar bases infalibles. ¿Es esa la clave de su efectividad? No lo sé, pero probablemente es tan sencilla que nuestras alambicadas mentes aún no la han alcanzado a desentrañar. Apuesto y digo que el misterio, si lo hay, es saber lo que se quiere, saber lo que se busca en cada canción y utilizar los recursos adecuados, y justos, para alcanzar el objetivo. ¿A que parece mentira? Que nadie espere encontrar una superproducción, mucho menos un producto multiestilístico.
    Massive son la sofisticación de lo simple, la habilidad en la utilización de los ingredientes básicos y puros, sin aderezos ni salsas de nouvelle cuisine. Muy sano, muy cool. Massive subliman el soul, el hip-hop, el raggamuffin o el funk y lo impregnan todo de una sutileza que perturba, que casi asusta.
    Publicado en Rockdelux 77 (Julio-Agosto 1991)

    Unfinished Sympathy" is a song by English trip hop group Massive Attack, released under the temporary group name of Massive. It was written by the three band members Robert "3D" Del Naja, Andrew "Mushroom" Vowles and Grant "Daddy G" Marshall, the song's vocalist Shara Nelson and the group's co-producer Jonathan "Jonny Dollar" Sharp. The song was released as the second single from the band's debut album Blue Lines, on the band's Wild Bunch label distributed through Circa Records on 11 February 1991.[1] The choice of using the name "Massive" was done to avoid a radio ban as its release coincided with the Gulf War. Produced by Massive Attack and Dollar, the song incorporates various musical elements into its arrangement, including vocal and percussion samples, drum programming, and string orchestration by arranger Wil Malone.
    Upon release as a single, "Unfinished Sympathy" topped the Dutch Top 40 and became a top twenty hit on the singles charts of countries including Switzerland and the United Kingdom. The single was accompanied by a memorable music video, directed by Baillie Walsh, featuring a single continuous shot of Nelson walking through a Los Angeles neighbourhood, oblivious of her surroundings. Recognised as a pioneering song in the development of British dance music, "Unfinished Sympathy" was acclaimed by music critics for its distinctive production and Nelson's vocals. It ranked highly on several publications' year-end lists of the best singles of 1991, and has since featured in many polls of the best singles of all time of both music critics and the public worldwide. The song later appeared on the soundtrack to the 1993 film Sliver.

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