Palabras para Julia es un poema del escritor español José Agustín Goytisolo, hermano de los también escritores Juan y Luis Goytisolo. Lo escribió para su hija Julia, a quien había puesto el mismo nombre de su madre fallecida. Es uno de sus más célebres poemas, que ha sido cantado por autores como Paco Ibáñez, Mercedes Sosa, Liliana Herrero, Rosa León, Kiko Veneno, Los Suaves, Niquel, Soleá Morente y el cantante de La Beriso Rolando Sartorio. Fue publicado en la obra Palabras para Julia en 1979 y pertenece a la Generación del 50.
José Agustín Goytisolo Gay (Barcelona, 13 de abril de 1928 - Barcelona, 19 de marzo de 1999) fue un escritor español. Hermano mayor de los también escritores Juan Goytisolo (1931-2017) y Luis Goytisolo (n. 1935), perteneció a la llamada Generación de los 50 junto a escritores como Ángel González, José Manuel Caballero Bonald, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Alfonso Costafreda o Carlos Barral ente otros, que tienen en común el compromiso moral o político y una renovada atención al lenguaje y la lírica.
"El Pueblo Guapeao" (Twins, 1989) es un patito feo por derecho propio. Tenemos, por un lado a Raimundo Amador que venía de grabar (y romper) con su hermano Rafael el imprescindible "Blues de la Frontera" (Nuevos Medios, 1988) de Pata Negra y, por el otro, a Kiko Veneno, que estaba a cuatro años de acabar con su mala racha ochentera y entregar su no menos imprescindible "Échate un Cantecito" (RCA-BMG, 1992). Para colmo, quizá porque los padres de la criatura iban a ser Kiko y Raimundo, "El Pueblo Guapeao" se hizo bajo el nombre de Veneno, lo cual, como ocurrió con "Si tú, si yo" (Epic, 1984) iba en contra del producto y lo dejaba en una triste tierra de nadie. Porque aunque aquí sí estaba El Tacita a la batería, que también fue protagonista de aquel "Veneno" (CBS, 1977) que tanto nos gusta a todos, a la ecuación le faltaba Rafael Amador (él y Raimundo habían partido definitivamente las peras) y, cómo no, Ricardo Pachón o, en su defecto, un productor que estuviese a la altura de lo que él hizo en 1977 (que vamos, ni Phil Spector, oiga). Y es precisamente la producción el mayor hándicap del LP. No sólo porque no hay ni rastro del juego de guitarras que se traían entre manos los Amador (obviamente), sino porque apenas hay sabor a "Veneno". Lo rozan con la punta de los dedos en algunos temas como la muy punki "A la Habana yo me fui" o "Estarás copada”, otro ejemplo de rock ligeramente aflamencado marca de la casa. Pero nunca se llega a rematar la jugada. El Tacita está desaprovechado y la mezcla deja mucho que desear (por no decir que es chapucera: el loop final de "El pueblo guapeao" está mal cortado y peor pegado). Aunque, claro, hay que recordar que el compositor principal sigue siendo Kiko Veneno. Lo que ocurre es que uno no sabe hasta qué punto desmerece la producción las canciones que Kiko canta. Pese a todo, la hermosa "Palabras para Julia", "Buscando la vida" y hasta la simpática traca final ("El atraco" la más "venenosa" de todo el disco, si no la única) tienen más de un pase, pero este disco nunca tendría que haber llevado la palabra "Veneno" en su (horrible) portada.
ResponderEliminarPalabras para Julia es un poema del escritor español José Agustín Goytisolo, hermano de los también escritores Juan y Luis Goytisolo. Lo escribió para su hija Julia, a quien había puesto el mismo nombre de su madre fallecida. Es uno de sus más célebres poemas, que ha sido cantado por autores como Paco Ibáñez, Mercedes Sosa, Liliana Herrero, Rosa León, Kiko Veneno, Los Suaves, Niquel, Soleá Morente y el cantante de La Beriso Rolando Sartorio.
Fue publicado en la obra Palabras para Julia en 1979 y pertenece a la Generación del 50.
José Agustín Goytisolo Gay (Barcelona, 13 de abril de 1928 - Barcelona, 19 de marzo de 1999) fue un escritor español.
ResponderEliminarHermano mayor de los también escritores Juan Goytisolo (1931-2017) y Luis Goytisolo (n. 1935), perteneció a la llamada Generación de los 50 junto a escritores como Ángel González, José Manuel Caballero Bonald, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Alfonso Costafreda o Carlos Barral ente otros, que tienen en común el compromiso moral o político y una renovada atención al lenguaje y la lírica.
"El Pueblo Guapeao" (Twins, 1989) es un patito feo por derecho propio. Tenemos, por un lado a Raimundo Amador que venía de grabar (y romper) con su hermano Rafael el imprescindible "Blues de la Frontera" (Nuevos Medios, 1988) de Pata Negra y, por el otro, a Kiko Veneno, que estaba a cuatro años de acabar con su mala racha ochentera y entregar su no menos imprescindible "Échate un Cantecito" (RCA-BMG, 1992). Para colmo, quizá porque los padres de la criatura iban a ser Kiko y Raimundo, "El Pueblo Guapeao" se hizo bajo el nombre de Veneno, lo cual, como ocurrió con "Si tú, si yo" (Epic, 1984) iba en contra del producto y lo dejaba en una triste tierra de nadie.
ResponderEliminarPorque aunque aquí sí estaba El Tacita a la batería, que también fue protagonista de aquel "Veneno" (CBS, 1977) que tanto nos gusta a todos, a la ecuación le faltaba Rafael Amador (él y Raimundo habían partido definitivamente las peras) y, cómo no, Ricardo Pachón o, en su defecto, un productor que estuviese a la altura de lo que él hizo en 1977 (que vamos, ni Phil Spector, oiga).
Y es precisamente la producción el mayor hándicap del LP. No sólo porque no hay ni rastro del juego de guitarras que se traían entre manos los Amador (obviamente), sino porque apenas hay sabor a "Veneno". Lo rozan con la punta de los dedos en algunos temas como la muy punki "A la Habana yo me fui" o "Estarás copada”, otro ejemplo de rock ligeramente aflamencado marca de la casa. Pero nunca se llega a rematar la jugada. El Tacita está desaprovechado y la mezcla deja mucho que desear (por no decir que es chapucera: el loop final de "El pueblo guapeao" está mal cortado y peor pegado).
Aunque, claro, hay que recordar que el compositor principal sigue siendo Kiko Veneno. Lo que ocurre es que uno no sabe hasta qué punto desmerece la producción las canciones que Kiko canta. Pese a todo, la hermosa "Palabras para Julia", "Buscando la vida" y hasta la simpática traca final ("El atraco" la más "venenosa" de todo el disco, si no la única) tienen más de un pase, pero este disco nunca tendría que haber llevado la palabra "Veneno" en su (horrible) portada.